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PRAGMA – INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA EN PSICOANÁLISIS

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USOS CHAMANICOS Y RELIGIOSOS DE LA AYAHUASCA (*)

El presente trabajo, surge de un interés personal por investigar acerca de los usos de la ayahuasca; bebida sagrada utilizada en el Ecuador en sus formas tradicionales y, actualmente, usada también en las zonas urbanas de mi país. He tomado como referencia los trabajos de investigación de Karina Malpica sobre el chamanismo y la ayahuasca; para el desarrollo del uso religioso de la ayahuasca en el culto del Santo Daime he centrado mi atención en el artículo “La Religión de la Ayahuasca” de Néstor Perlongher, publicado en la revista número 14 de El Muerciélago. Asimismo, en el mes de julio del presente año, he tenido la oportunidad de conversar con Arturo Chiriboga (medico homeópata y chamán) quién me ha transmitido algunas enseñanzas acerca del chamanismo y del uso de la ayahuasca en el centro Takiwasi en Perú.

El Chamanismo y la Ayahuasca

Caapi, Yagué, pandé, daimevegetal son algunos de los nombres por los cuales se conoce a la ayahuasca en las distintas regiones de América. Existen algunas concepciones acerca del significado de Ayahuasca: “bejuco de los espíritus” o “vino de los muertos”; y (de acuerdo con la investigación realizada por Karina Malpica sobre la Ayahuasca) según Schultes y Hofman, ayahuasca significa “enredadera del alma” o “soga del ahorcado”.

La ayahuasca es un brebaje sagrado preparado y consumido dentro de un contexto ritual en algunos pueblos indígenas de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. Los chamanes, quienes poseen el saber de su preparación, adicionan a la corteza de los bejucos de Banisteriopsis caapi distintas plantas, la chacruna entre una de ellas, dependiendo del fin al que se pretende llegar.

Antiguamente el chamanismo era practicado por una elite sacerdotal en un ánimo de autodescubrimiento.(Malpica Karina, “Chamanismo”, 2003, Cf. Web)1 Es un modo disciplinado de obtener ayuda y saber bajo la proposición de que existe otra realidad, una dimensión distinta, llena de armonía y belleza, que nos brinda ayuda a través de un saber iniciático. El término chamán, de origen siberiano, aúna hombre – dios – medicina. (Malpica Karina, “Chamanismo”, 2003. Cf. Web)2

El vocablo original xaman, de origen tungu, contiene la raíz scha, que significa saber; por lo que el chamán es alguien que sabe, y su saber proviene del mundo de los espíritus. Dentro de las comunidades el chamán es el místico extático, el curandero, el guía espiritual, el portador e inventor de mitos, conoce la historia, bailes, cantos y rezos de su pueblo. El chamán cura, mantiene la herencia de su pueblo y tiene un conocimiento de la preservación del medio ambiente y de las plantas medicinales. (Malpica Karina, “Chamanismo”, 2003. Cf. Web)3

La sesión chamánica es de carácter público y la comunidad se congrega para participar en los rituales. El ritual a realizar depende de una intención particular o colectiva de la comunidad que puede ser el del autoconocimiento en busca de respuestas a preguntas existenciales, la curación de un enfermo, el festejo de fechas sagradas, el inicio de una época de siembra y un sinfín de razones más. Durante las sesiones chamánicas, para entrar en trance, es habitual la ingesta de plantas psicoactivas consideradas como “espíritus maestros” o “espíritus aliados”, como es el caso de la ayahuasca, y, también, de otras sustancias como el peyote. (Malpica Karina, “Chamanismo”, 2003. Cf. Web)4

Me parece importante señalar que en el consumo ritual de la ayahuasca en las distintas comunidades de América se mantiene una base espiritual que tiene por objetivo el autoconocimiento; incluso en los rituales de sanación cuya finalidad es atender el origen espiritual de una enfermedad, que es, a saber, la desconexión del hombre con Dios. En los rituales de sanación el chamán bebe la ayahuasca junto al paciente y observa las causas espirituales de su malestar.

Al respecto, Arturo Chiriboga, chamán y medico homeópata del Ecuador menciona: “[…] un buen curandero sabe que si llama a la causa, llama a la enfermedad; no la nombra, va hacia donde tiene que ir […] va hacia la esencia […] el cuerpo se cura solo” 5 . Para ellos, el propósito del trabajo espiritual de lo sagrado, del “estar” vivos es la experiencia del amor. El “ser” se experimenta en el sentimiento y el sentimiento no es falseable. La Madre Tierra es la que devuelve el “estar”.

En la actualidad el uso de la ayahuasca, al igual que el uso de otras sustancias psicoactivas, permanecen vigentes dentro de los contextos culturales tradicionales con una difusión e inserción en las poblaciones urbanas de las grandes ciudades. A este uso comunitario de la ayahuasca se han incorporado algunas variables al fusionarse con otras doctrinas religiosas, como es el caso del Santo Daime y de la Unión del Vegetal en Brasil; o al integrarse a usos terapéuticos occidentales para el tratamiento de adicciones en el Centro Takiwasi en Perú. Sin embargo, a pesar de estas variaciones, podemos observar que su uso mantiene el ánimo de una experiencia espiritual y de autoconocimiento.

El uso Religioso de la Ayahuasca en el culto del Santo Daime

El Santo Daime es un culto religioso que pretende alcanzar la experiencia de Dios por medio de la bebida, considerada sagrada, de la ayahuasca. Fue fundada a comienzos del siglo XX, en la zona de Acre (Brasil) por Raimundo Irineu Serra. La bebida fue rebautizada por el Maestro Irineu como Santo Daime, de allí el nombre del culto.

Este culto se denomina Ecléctico debido a la fuerte conciliación de distintos factores culturales, religiosos y folklóricos. En una cristianización de la ayahuasca, reúne, además, principios espirituales de los indígenas y africanos.

La comunidad es un elemento muy importante que sirve de referencia para el trabajo espiritual; se espera que de las buenas experiencias adquiridas en el aprendizaje espiritual haya un retorno a ella. El culto surgió dentro de la selva amazónica por lo que la comunidad honra el amor a la naturaleza y la Madre Tierra se convierte en uno de los fundamentos espirituales. Con el propósito de llevar a cabo la tarea ambiental y social, la Iglesia del Santo Daime creó un instituto para el desarrollo de proyectos autosustentables conocido como Instituto de Desarrollo Ambiental Raimundo Irineo Serra.

“Toda una disposición poética y barroca se monta para ritualizar la toma colectiva de la bebida sagrada. Se trata de dar forma (apolínea, estética, de ahí que pueda ser barroca) a la fuerza extática que se suscita y se despierta, impidiendo que se disipe en vanas fantasmagorías, o, lo que es pero, que -como suele suceder en el uso desritualizado occidental de drogas pesadas- se vuelva contra sí, arrastrando al sujeto en una vorágine de destrucción y autodestrucción […]

“En el caso del Santo Daime, la creencia no es apenas un a priori ideológico, sino que se basa en la experiencia de la divinidad, vivenciada a partir de la visión propiciada por la ayahuasca. Por otro lado, la doctrina contenida en los himnos -que exalta básicamente valores cristianos, como disciplina, humillación, perdón, exaltación de la fe y la fuerza divinal, etc.- funcionaría como una manera de dar forma a la experiencia y evitar que ella se desmelene en la insensatez acaso pavorosa del puro mambo personal.” 6

El uso de la Ayahuasca en el Centro Takiwasi

Takiwasi, en idioma quechua, significa “la casa que canta”. Esta Asociación Civil Privada trabaja desde 1992 en la investigación y el empleo de la medicina tradicional en conjunción a la técnica de la medicina moderna en el tratamiento de adicciones. Fundada por Jacques Mabit, medico francés e investigador, tras haber realizado una larga investigación sobre medicina tradicional. Ubicada en la ciudad de Tarapoto, una de las principales zonas de producción de hoja de coca y de gran consumo de pasta básica de cocaína, lugar que facilita el acceso a recursos botánicos y culturales de la región. 7 El Centro cuenta con un laboratorio de procesamiento de plantas, instaurado con el propósito de preparar productos medicinales, siendo ésta una de las formas de financiación del mismo.8

Además, de ser un centro de rehabilitación y de investigación de las medicinas tradicionales, promueve la revalorización de la cultura indígena.

El trabajo terapéutico sostiene a la ayahuasca como dispositivo fundamental y su ingesta es dirigida por un chamán. Para el Centro, el adicto es una persona en busca de respuestas a sus interrogantes personales del “ser” y del “estar”; el objetivo consiste en encauzar la búsqueda espiritual de esa persona. Al respecto, Arturo Chiriboga comenta: “ […] es (refiriéndose al adicto) un creyente y lo que necesita el adicto es una persona que le guíe en su experiencia y en la religión […]”.

Si bien, el trabajo medular de la rehabilitación es dirigida por un chamán, paralelamente se trabaja con otros métodos de aproximación psicológica (psicoterapia individual, psicoterapia grupal) y psicoanálisis.

Conclusiones

En este recorrido breve sobre el uso de la ayahuasca en el chamanismo y en la religión, quisiera subrayar el hecho de que dentro de los diferentes contextos tanto tradicionales como actuales, en el chamanismo, en los usos religiosos del Santo Daime y en el Centro Takiwasi, la toma de la ayahuasca no se separa de su connotación espiritual y de una relación con el saber.

Hay un saber atribuido a la bebida, un “Maestro” que ayuda y dirige el vuelo y que, además, sirve de apoyo en el relato de la experiencia mística; promoviendo la producción de nuevos mitos individuales y sociales en la comunidad. Asimismo, existe un saber heredado que mantiene en vigencia las prácticas culturales y la historia de la comunidad, insistiendo en la responsabilidad de cada sujeto de retribuir a la comunidad las buenas experiencias adquiridas en la vivencia.

Cabe decir que no se conocen dependencias psicológicas ni biológicas de la sustancia entre quienes la han consumido. En referencia al comentario de Jacques-Alain Miller sobre los modos de goce actuales dentro de la sociedades contemporáneas de consumo (en El Otro que no existe y sus comités de ética, Cap. XV: “La Secta y la globalización”) donde existe la posibilidad de prescindir del ideal; vemos un uso muy diferente, de lo que podría ser considerado como “drogas”, dentro de contextos que promueven a la comunidad como un ideal, donde existe un maestro y un compromiso personal con la búsqueda interna de cada uno y de su incidencia en lo colectivo.

Doy cierre a esta primera y breve investigación, sobre los Usos Chamánicos y Religiosos de la Ayahuasca, citando a Néstor Perlongher (en el mismo artículo sobre “La Religión de la Ayahuasca”):

“Normalmente el uso colectivo de ‘alucinógenos (la pertinencia del término será rediscutida) es considerado característico de las sociedades primitivas y en ellas exilado. Guattari, reconociendo que ‘la droga ha jugado un rol fundamental en todas las sociedadesen todas las áreas culturales y religiosas’, distingue entre ‘la droga solitaria del capitalismo’ y ‘el modo colectivo, que era, por ejemplo, el del chamanismo’ . Lo interesante del Santo Daime es que se trata de una ritualización religiosa moderna de un uso de plantas de poder tenido por primitivo y tradicional. Al irrumpir en las modernas sociedades urbanas, el Santo Daime rasgaría, con la firmeza de la fe divina, el sórdido circuito de la droga. Al mismo tiempo, esta experiencia contemporánea parece iluminar un elemento extático presente, aunque borrado, en la cultura de la droga.” 9(7)

Bibliografía consultada

Miller, Jacques-Alain. El Otro que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires: Editorial Paidós, 2005.

Escohotado, Antonio. Aprendiendo de las drogas. Usos y abusos, prejuicios y desafíos. Barcelona: Editorial Anagrama, 1995.

Barbarosch, A.; Fleischer, D.; Warjach, D.; Donghi, A.; Testa, A.: No se conocía coca ni morfina . Buenos Aires: Grama edicones, 2003.

Ehrenberg, Alain. Individuos bajo influencia. Drogas, alcoholes, medicamentos psicotrópicos. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1994.

Notas

1 Malpica, Karina. “Ayahuasca: una investigación de Karina Malpica”. Las Drogas tal cual (febrero 2003): s. Pag. Online. Internet. 15 agosto 2006. Disponible FTP: www.mind-surf.net/drogas/ayahuasca.htm

2 Malpica, Karina. “Chamanismo: una investigación de Karina Malpica”. Las Drogas tal cual (febrero 2003): s. Pag. Online. Internet. 15 agosto 2006. Disponible FTP: http://www.mind-surf.net/drogas/chamanismo.htm

3 Malpica, Karina. Ob. Cit.

4 Malpica, Karina. Ob. Cit.

5 Entrevista a Arturo Chiriboga, Quito – Ecuador, Julio del 2006

6 Perlongher, Néstor. La Religión de la Ayahuasca”.El Murciélago Magazine Freudiano (Buenos Aires). No. 14 (Abril/Mayo 2005): s. Pag. Online. Internet. 15 agosto 2006. Disponible FTP:http://www.descartes.org.ar/murci14/literal.htm

7 “La Rehabilitación de Drogadictos a través del Chamanismo”. Nueva Mirada. Primer Número. S. Pag. Online. Internet. 15 agosto 2006. Disponible FTP: www.nuevamirada.cl/numero_1.html

8 Takiwasi: Centro de Rehabilitación de Toxicómanos y de Investigación de Medicinas Tradicionales”. S. Pag. Online. Internet. 15 agosto 2006. Disponible FTP: www.takiwasi.com

9 En esta cita, he mantenido las referencias, que se encuentran encerradas entre comillas como en su texto original, que hace Perlongher de Guattari ( F. Guattari: “Les drogues signifiantes”, en A. Jaubert y N. Murard: Drogues, Passions Muettes, Rechercbes No. 39 bis, París, 1979, p. 219)

 (*)- Texto presentado en la Jornada del Modulo de Investigación “Trauma y Adicción. Sobre el límite de la práctica” del Centro Descartes  ¿Qué programa? –El psicoanálisis frente a las adicciones-26 de agosto de 2006- Editado en: http://www.descartes.org.ar/modulo-consumos.htm

Publicado en Revista Conceptual –Estudios de Psicoanálisis- Nro. 11, Octubre de 2010

(1)- Licenciada en Psicología. Residente en Vancouver, Canada. Corresponsal de la revista Conceptual en Ecuador.

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