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PRAGMA – INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA EN PSICOANÁLISIS

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Los laicos del futuro anterior (*)

Revisar el desplazamiento de fuerzas que operó Oscar Masotta en el psicoanálisis en la

Argentina a partir de la introducción de la enseñanza de Jacques Lacan interesa cuando lo que está en juego son los efectos de formación del analista hoy. El objetivo del presente trabajo es plantear las incidencias actuales de aquel acto fallido que fue la fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires en el año 1974 como respuesta paródica que busca una legitimidad en tanto lo que está en juego es el problema del análisis laico.

De Freud a Lacan: laicos vs. sacerdotes y médicos

El psicoanálisis, sostiene Jacques-Alain Miller, es una experiencia laica. Oscar Masotta sabía ya en 1959 que el eje de las peleas en el psicoanálisis francés de entonces giraban en torna a la figura del recelado Jacques Lacan y a los planes de estudio de un nuevo instituto. En oposición a Sacha Nacht, Lacan sostiene que el psicoanálisis es una experiencia laica. El epígrafe del Discurso de Roma es explícito: se ha impuesto en el seno del psicoanálisis francés un programa orientado a reservar el psicoanálisis como una especialidad médica. Cito: “En particular, no habrá que olvidar que la separación en embriología, anatomía, fisiología, psicología, sociología, clínica no existe en la naturaleza y que no hay mas que una disciplina: la neurobiología a la que la observación nos obliga a añadir el epíteto humana en lo que nos concierne. Cita escogida para exergo de un Instituto de psicoanálisis en 1952”.

Las disensiones documentadas en Escisión, excomunión, disolución de Jacques-Alain

Miller, en el apartado sobre la escisión de 1953, se revelan en ocasión de la creación de los planes de estudio de un nuevo Instituto. En resumidas cuentas, el programa de Sacha Nacht se impone por sobre el de Jacques Lacan siendo uno de los puntos de mayor controversia el hecho que el psicoanálisis es, según los cánones de la institución oficial, una actividad reservada a médicos.

Ya Sigmund Freud en la tantas veces citada carta al pastor Pfister pretende defender al psicoanálisis de los médicos y de los sacerdotes y funda la Asociación Psicoanalítica Internacional como respuesta a lo que llamó análisis “silvestre”. Los textos en torno a este tema se ordenan solos, diría Oscar Masotta: “Psicoanálisis silvestre”, “Psicoanálisis profano”, “Puede enseñarse el psicoanálisis en la universidad”. La política de Freud, expuesta en su defensa de Theodor Reik y que puede seguirse en la correspondencia con Sandor Ferenczi en cuanto a las relaciones con la institución universitaria es clara: en tanto el analista es el efecto de un análisis, el Instituto es el lugar donde exponer el saber referencial de doctrina que puede tener una pata en la universidad como transmisión e inclusive como puesta en práctica de su metodología (Freud, sabemos, llega a proponer la creación de un servicio de atención) pero no como formación y habilitación. Como en otros aspectos, este comprueba lo que en una oportunidad escuché decir a Enrique Acuña en su curso de la APLP: el grado de mayor elaboración, es decir las máximas consecuencias que pueden extraerse de la hipótesis del inconciente generan también las mayores controversias. En 1914 Contribuciones para una historia del movimiento analítico Freud sabía que los movimientos separatistas de Carl Gustav Jung y Alfred Adler eran efecto más de lo no analizado que de aparentes discusiones teóricas. A partir de aquí parece cumplirse también la afirmación de Jacques Lacan según la cual los psicoanalistas han tomado por edificio sólido lo que en Freud eran solo tentativas (lo cual fue a parar a la estandarización de la experiencia) y a la inversa, aparecen como síntomas de lo que no marcha en las instituciones oficiales aquellos que prefirieron no hacer de oficiantes de la subordinación del psicoanálisis al poder de turno: el propio Jacques Lacan y en Argentina Oscar Masotta, con el antecedente de Béla Szekely.

De la deriva a la falta de atributos: laicos en Argentina

Rescatar del naufragio la obra de Béla Szekely (1) es revisar la deriva de uno que en el exilio, dicta conferencias introductorias sobre la teoría y la aplicación del psicoanálisis inventado por

Sigmund Freud en un contexto anterior a la Oficial y oficialista A.P.A.

Conocido más como introductor del test de Rorschach, Béla Szekely es “olvidado” por la institución oficial en su construcción de una historia que de ese modo hace confluir su propia fundación con la instauración del psicoanálisis en la Argentina, cuestión ya tratada en el libro de Germán García La entrada del psicoanálisis en la Argentina.

¿Por qué interesa Béla Szekely? Según Germán García este pierde sus insignias, aquellas con las que lo encuentra Celes Cárcamo en el hotel de inmigrantes: judío, de izquierda, psicoanalista laico, que cree en la fuerza vinculante de un programa de lecturas de Freud, en tanto esto pone en juego la transferencia y convierte la obra -según Béla Szekely- en obra colectiva. Resulta esclarecedora del estado de la cuestión la puesta en comparación que hace Germán García: las conferencias pronunciadas por Béla Székely – más la fundación del Instituto Sigmund Freud en 1940- tendrán como contrapartida el programa de Ángel Garma, legítimo representante de la Internacional quien propone en Buenos Aires la aplicación del programa del Instituto de Nueva York -no con un exergo como el que cita Lacan, pero sí con una afirmación comparable: el saber más sólido del psicoanálisis es el saber psiquiátrico-. Lo que está en juego es lo siguiente: “…La definición plena como analista, equivalía a perder el amparo que otorgaba otra identidad. Para algunos, ese amparo estaba simbolizado por cátedras universitarias, puestos hospitalarios, cargos directivos en sociedades médicas e inserción en circuitos informales que vinculaban a toda trama profesional con la alta sociedad porteña…” (2)

Es Béla Székely quien, al carecer de estos atributos, puede plantear la pregunta sobre ¿Cómo se llega a ser psicoanalista? Responde: no debe llamarse psicoanalista en el sentido de

Freud sino a aquel que en forma prescripta se ha sometido a un análisis de su propia persona.

Quiere decir, o análisis del analista o refugio en los brillos del reconocimiento profesional.

La falta de atributos de Oscar Masotta (ni médico ni psicólogo, estudiante de filosofía que abandona, lector de Sartre, cometedor de happenings e introductor de la estética de vanguardia y la comunicación de masas en la década del 60) no sólo produce un desplazamiento de fuerzas inédito en la hegemónica A.P.A. sino que sigue siendo el eje de pactos, traiciones y controversias en el seno de la E.F.B.A: médicos que practican vs. laicos refugiados en la doctrina. (3)

Sabemos que Oscar Masotta presentó su invento ante Jacques Lacan en el año 1975 (4).

Allí dice que no va a contar la historia de la institución oficial sino para sugerir que tal como afirma el propio Lacan se trata de la Sociedad de Ayuda Mutua Contre el Discurso Analítico.

Masotta se refiere a una publicación oficial, la Revista de Psicoanálisis, en ocasión del 30 aniversario de la fundación de la A.P.A. Dice: “teóricamente hablando hay ahí muchas perlas.

Pero lo más sorprendente es la supresión, la ausencia de todo lo que había sacudido hace poco, al edificio institucional. El más devastador de los eclecticismos teóricos gana de mano a la menor letra sobre los acontecimientos –las ideas y los hechos que habían cuestionado el sentido de ese aniversario-. Con la excepción de una perla negra del viejo Raskovsky: “Fue así que varios años después la Asociación Psicoanalítica Argentina fue fundada por Cárcamo, Ferrari, Hardoy, Garma, P. Riviere y Arnaldo Raskovsky. Aunque inicialmente éramos todos médicos pues no había carrera de psicología, nuestra decisión era admitir a todos aquellos que tuvieran capacidades y entusiasmo para dedicarse al psicoanálisis. Este espíritu duró varios años hasta que se infiltraron resistencias dentro de la organización misma.” Y más adelante:

“La espina hacia la que marchábamos, donde deberíamos desembocar en el momento, o en los momentos, en que planteáramos nuestros estatutos tiene que ver con ese momento crítico (por donde el psicoanálisis es psicoanálisis) en que el psicoanálisis no solo debe ser estudiado

y practicado sino además transmitido: quiero decir, el problema de la formación del analista.”

La fundación por Oscar Masotta y otros de la Escuela Freudiana de Buenos Aires es la puesta en acto de un programa con fuerza vinculante que luego será desarrollado también en su exilio y continuado en la serie de fundaciones de Bibliotecas Freudianas impulsadas por Germán García y en donde se plasma el programa de Oscar Masotta. Ese mismo programa, propedéutico por un lado pero que tenía la escuela como horizonte, es el eje de la decisión de Masotta de fundar la Escuela Freudiana de la Argentina en 1979. Carlos Correas señala que aquellos jóvenes que fueron, participaron el 19 de septiembre de 1958 en la manifestación que marchó hacia el Congreso en pro de la “enseñanza laica”. Algo, es una conjetura, de ese espíritu fue puesto en juego cuando un año más tarde Masotta encontraría en la enseñanza de Jacques Lacan el inicio de un programa, el del propio Lacan, en contra de cualquier dogmatismo institucionalizado.

Siglo XXI: atravesar las profesiones

¿Qué quiere decir, hoy, que el psicoanálisis es una experiencia laica? La cuestión puede plantearse a partir de revisar el conflicto actual de las facultades en tanto ya no estamos en tiempos de Masotta. La hipótesis que orienta esta parte del trabajo tiene que ver con lo siguiente: lo laico del psicoanálisis es su experiencia en tanto acto que no se puede regular por ningún programa o colegio profesional sino que es efecto del análisis mismo. Luego, ¿no es acaso esa la hipótesis que funda la EFBA? Ahora bien, sigue siendo este un asunto que dura en tanto controversia que permite plantear la cuestión de adonde están ahora los laicos de

Masotta y adonde quienes buscaron otra legitimidad. En la ciudad de Posadas hay hoy un fuerte impacto de la enseñanza universitaria privada con una amplia oferta entre la que se cuenta la carrera de psicología y su alianza con los colegios profesionales en la implementación de carreras de pos-grado, especializaciones en psicoanálisis con niños, adultos, etc. En afiches de considerable tamaño se puede leer la temática del próximo congreso de psicología que ya desde su título tiene resonancias freudianas: “El malestar en el siglo XXI”. Un rasgo a tener en cuenta en la región es el hecho de que en buena parte de la población el nombre de Sigmund Freud sea conectado inmediatamente con la psicología y los psicólogos siendo imposible encontrar la misma homologación respecto de la medicina.

En nuestro caso se trata, muy por el contrario, de enfatizar la insuficiencia y aún la oposición entre la habilitación profesional cualquiera sea la titulación que ofrezca y la formación del analista: formación del inconciente, es decir efecto de un análisis, allí donde no hay titulación que alcance y valga.

(*) Leído en el XVII Coloquio anual de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata: “La demanda de formación en psicoanálisis- Lo que no se enseña-“, La Plata 2 de diciembre de 2011. Publicado en revista Conceptual -Estudios de Psicoanálisis– nro. 13

Notas

(1) – Cf. Acuña, Enrique: “Bela Szekely. La excepción judía y el psicoanálisis”. En: Resonancia y silencio. Psicoanálisis y otras poéticas, Edulp, La Plata. 2009.

(2) – García, Germán: El psicoanálisis y los debates culturalesEjemplos argentinos. Paidós. Bs. As. 2005.

(3) – García, Germán: “Oscar Masotta y el análisis laico”. Prologo a Masotta, Oscar: El modelo pulsional, Catálogos, Bs. As., 1990.

(4) – Masotta, Oscar: Ensayos lacanianaos, Anagrama, Barcelona, 1996.

Bibliografía

– Acuña, Enrique: Resonancia y silencio. Psicoanálisis y otras poéticas., Edulp, La Plata, 2009

– Freud, Sigmund: “¿Pueden los legos ejercer el análisis? Diálogos con un juez imparcial.” En Obras Completas. Amorrortu, Bs. As., 2001

– García, Germán: “Oscar Masotta y el análisis laico”. Prologo al libro de Oscar Masotta El modelo pulsional, Catálogos,

1990.

– García, Germán: “La invención del analista o la suspensión del buen gusto”. En revista Fri(x)iones. Entre el psicoanálisis y la cultura, 2011.

– García, Germán: El psicoanálisis y los debates culturales. Ejemplos argentinos, Paidós, Bs. As., 2005.

– Lacan, Jacques: “Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis”. En Escritos 1. Siglo XXI, Bs. As., 1999

– Masotta, Oscar: “Presentación de loa E.F.B.A. ante la EFP”. En Ensayos lacanianos. Anagrama. 1976

– Masotta, Oscar: “La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache.”. En Conciencia y estructura, Eterna cadencia, Bs. As., 2010

– Miller, Jacques-Alain: Escisión, excomunión, disolución. Tres momentos en la vida de Jacques lacan. Manantial, Bs. As., 1987.

– Miller, Jacques-Alain: Vida de Lacan. Escrita para la opinión ilustrada. Grama, Bs. As., 2011

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