Desembarco de Freud en el Río de La Plata (*)

El  futuro anterior en la construcción de la h(y)storia

Se trata de una lectura del desembarco del psicoanálisis en el Río de la Plata, tomando como referencia las clases dictadas por Enrique Acuña en su Curso Anual de este año 2013 en la APLP, que lleva por título “Inconsciente político -una h(y)storia del psicoanálisis en la Argentina”.

Hay que considerar que la h(y)storia no es la sucesión de acontecimientos que pueden ser relatados de manera cronológica, sino más bien que en ella se trata de una construcción que no es diacrónica pues se hace desde el presente y busca re-escribir una repetición original. Como afirmaba Lacan en relación a la construcción de la historia del neurótico como finalidad del análisis: “la historia no es el pasado (…) es el pasado historizado en el presente porque ha sido vivido en el pasado (…) Diré finalmente que se trata menos de recordar que de rescribir la historia” (1)

Si bien Freud consideraba importante que el sujeto rememore los acontecimientos relevantes de su existencia, no es esto lo más destacable porque lo que cuenta es lo que reconstruye de ellos, es decir que en la historia se trata de una reconstrucción más que de rememoración: la memoria falla, tiene en lagunas. Vemos en esta resignificación freudiana el germen del futuro anterior lacaniano. Del mismo modo que el analizante reconstruye los acontecimientos de su historia creyendo recordarlos, también lo hace el historiador en su actividad arqueológica. En la concepción de Freud sobre los sueños, se trasluce la idea de que se trata  de una lectura, por lo tanto el relato de la historia implica el deseo de quien lo realiza. De alguna manera leer es poner en juego el futuro anterior: tomar un fragmento de la historia dónde sucede algo que determina lo que vendrá.

Con esta matriz de lectura presentaré una manera de considerar el desembarco, estancia y … futuro? del psicoanálisis en la ciudad de La Plata. Se trata de poner en relación la llegada de nombres- hombres, con las condiciones de recepción del campo con el que se encontraron, es decir, quiénes llegaron, con qué posiciones, y quienes esperaban con las suyas; desembarco y recepción se encuentran para conjugar una h(y)storia. Esa (y) es usada por Lacan para dividir al sujeto como en la histeria.

1938- Un exiliado, Béla  Székely

Haré mención para un primer período de ese encuentro, enmarcado entre finales de los años 30 e inicios de los 40, a algunos nombres, fundaciones y acontecimientos que fueron dejando sus marcas: algunos como el de Béla Székely, Ángel Garma, Fernanda Monasterio como los desembarcados y Calcagno, Cuatrecasas, Venturini y otros como aquellos receptores que estaban a la espera.

Béla Székely era un psicólogo húngaro que llegó al puerto de Buenos Aires en 1938 con su mujer, escapado de un campo de concentración. Se encuentra en La Plata con el doctor Alfredo Calcagno, quien dirá que se sorprende ante el psicoanalista de Budapest y su mujer con pasaporte de judíos huyendo del nazismo. “El cuidaba de una maleta con una batería de test, ella cual Penélope tejía arrullando un niño imaginario que habría perdido en el campo de concentración”. Para recordar este encuentro, se puede leer el reportaje (2) que le hicieran como integrantes del Módulo de investigación de la APLP “Escansiones de una historia del psicoanálisis en La Plata”, Mauricio González y Cecilia Fasano a Aurora Venturini. Allí la escritora platense cuenta los detalles de su encuentro con Béla Székely por intermedio de Alfredo Calcagno. Comenta que fue en la época de los años cuarenta en la que ella estaba en el Instituto de psicopedagogía de Minoridad, cuando Calcagno habla de alguien que encontró hombreando bolsas en el puerto. Allí en el Instituto: “nos enseñaba a aplicar todos los test. Así fue como aprendí a utilizar el Rorschach, aprendí muchas cosas con esta gente” afirma A. Venturini

Enrique  Acuña (3) comenta que además de ser pionero en la aplicación y enseñanza del Rorschach, Székely fue el primero en dictar en 1939 en el Colegio libre de estudios Superiores, y a pesar de las dificultades con el idioma, diez conferencias explicando a un público de intelectuales los conceptos del psicoanálisis. En casi todos los títulos de esas conferencias se encuentra la palabra psicoanálisis. En esas intervenciones no solo se trata de episteme, sino que traduce y transmite una política, una técnica, una metapsicología y una teoría sexual. Por otro lado también asistimos a un acto fundacional en 1940 cuando crea el Instituto Sigmund Freud, y luego otros en Chile y Brasil en la perspectiva de la minoridad (Instituto de Psicopedagogía de minoridad en la Plata donde fuera apadrinado por Calcagno) Como vemos, el pionero.

1942-La fundación de la A.P.A.

Una de las propuestas en el Curso que estoy tomando como referencia es comparar cómo se ha dado la “enseñanza del psicoanálisis” en dos modos de organización diferentes como la APA y la Carrera de Psicología de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata, comparación apoyada en las siguientes preguntas: ¿Cómo se pone en juego en cada una el trípode –clínica, política, episteme- que sostiene cada programa? ¿Qué se repite en la diacronía de los acontecimientos? ¿Qué semejanzas y diferencias tiene la fundación de la A.P.A. con la de la carrera de psicología en La Plata? ¿Cuál fue la primera estructura institucional que tuvo el psicoanálisis en la Argentina?

Ángel Garma miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional, analizado en Alemania con Theodor Reik, y el Dr. Celes Cárcamo que aportó su formación en Francia donde se analizó con Paul Schiff, miembro de la Sociedad Psicoanalítica de París, integraron el grupo original fundador de la APA. Algunos meses antes de la fundación, llegó al país la Dra. Marie Langer, que se había formado en el Instituto de Viena. El l5 de diciembre de 1942 firmaron el Acta Inaugural de la Asociación Psicoanalítica Argentina: Ángel Garma, Celes Cárcamo, Arnaldo Rascovsky, Enrique Pichón Riviere, Marie Langer y Enrique Ferrari Hardoy.

Podríamos leer la estructura APA tomando el trípode de las fundaciones, formación de los analistas, e inconsciente político, y con esta matriz orientarnos hacia el planteo general de Mariano Ben Plotkin(4)según el cualel psicoanálisis no necesitó para su desarrollo y legitimación de la fundación de la A.P.A, ya que existía antes de diversas formas, desde 1910 con Germán Greve se escribía sobre Freud. De este modo nos distanciamos del relato mítico fundacional que tenía la A.P.A de sí misma, de hacer creer que el psicoanálisis llegó con ellos. Podríamos volver a la pregunta que se había planteado en el curso ¿Cuáles son los determinantes políticos, económicos y culturales que facilitan, obstaculizan o propician una fundación?

Plotkin presenta la fundación de la A.P.A montada sobre una polaridad social ya existente en la Argentina. Para describirla menciona dos grandes bandos, por un lado los “nacionalistas católicos” (tanto peronistas como militares quedan en la misma bolsa) y por otro “los liberales progresistas”. En esa polaridad, ubica a la APA del lado de los liberales. Lo explica por las adhesiones de sus miembros a las agrupaciones políticas, el partido marxista de Mary Lager, el ser miembro del partido de los republicanos españoles por parte de Garma, etc.

En el año 1942 con la fundación de la A.P.A la formación del analista, seguía el modelo del médico y el del didacta. En el caso de la Carrera de Psicología fundada en 1958 en La Plata, no se formaban analistas pero había cátedras que daban como resultado un criterio de la formación de un analista, o bien el psicólogo se formaba con la ilusión de que era analista. Estaba en juego la profesión del psicoanalista, poniendo en juego que lo que legitima es la profesión, no la práctica, ni el análisis del practicante.

Germán García (5) respecto de la estructura de la APA y la concepción de la formación del analista que se deriva de ella, afirmaba que: “La fundación de la APA es el pasaje de la fuerza instituyente de un discurso a la institución de una fuerza basada en la legitimidad social” y respecto de la estructuración de la formación el analista que: “el didáctico por supuesto es el nudo de víboras.En tanto es obligatorio y anterior a una relación con los textos, lleva implícito el momento de concluir por la ocupación del lugar del otro. En diferentes momentos, Garma, Rascovsky, Abadi defienden el psicoanálisis silvestre pero ninguno plantea seriamente un  interrogante sobre la condición legal de ser médico y los efectos que produce (…) en definitiva no hay una respuesta frente a la doble exigencia que debería cumplir la institución: diacrónicamante  transmitir un saber y sincrónicamente articular esa experiencia de la verdad que haga posible el corte y el pasaje  de la posición del  analizante a la del analista”

Si bien en 1942 no fue necesario el título de médico, ya para el 1948 a poco de haber sido fundada sí lo fue, siendo Garma quien sostiene en Argentina el Programa de Nueva York de la IPA donde el oficio médico es el fundamento selectivo. Mientras tanto la universidad va creando cierto perfil del psicólogo –una formación profesional que la A.P.A no admitiría. ¿Qué sucedió entre la formación de Garma del analista médico y la creencia platense que sale de la facultad casi siendo psicoanalista, en la figura idealizada del Psicólogo Clínico? Un eco de lo médico suena en lo clínico.

1958- La Carrera de Psicología en la Universidad Nacional de La Plata

Por qué fue un acto la fundación de la APA en el 42? Porque genera algo nuevo, es disruptivo, no tiene el mismo flujo temporal de lo que venía ocurriendo, hay un antes y un después. La noción de acto… fundacional, permite introducir un corte sincrónico en una diacronía. Y es un “acto” porque subvierte lo que estaba pasando antes, genera nuevos significantes y patenta elsigno univoco de la legitimad: la marca A.P.A. Lo mismo sucede con la creación de la carrera de psicología en la U.N.L.P.

Sobre esta última, Alejandro Dagfal (6) afirma que Joaquín B. González,  ministro de Justicia, es quien crea la UNLP en 1905. Para dirigirla convocó a Víctor Mercante, pedagogo que cifraba sus ambiciones en la Psicología experimental y fisiología del sistema nervioso. En 1914, la sección pedagógica fue elevada al rango de Facultad de Ciencias de la Educación y Mercante fue su primer decano. Cuando se jubila en 1920 la facultad pasa a llamarse Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación El sucesor de Mercante en la cátedra de psicopedagogía que dirigía, fue Alfredo Calcagno que continua en su misma línea, el laboratorio de Psicopedagogía empezó a llamarse el laboratorio de Psicología experimental de Calcagno, quien entre el 20 y el 50 se dedica a la política, la facultad acusó el impacto de una reacción antipositivista y el culto de la experimentación fue dejando su lugar a  una Psicología espiritualista de inspiración filosófica.

Alfredo Calcagno, quien permite el ingreso, en 1938, de Béla Zsékely en el Instituto de la Minoridad con el Test de Rorschach, regresa a la Universidad en 1955. Dos años después el Decano Bernardo Canal Feijoo, admirador del psicoanálisis, convocó a una “comisión especial” encargada de proponer un plan de estudios para un profesorado de Psicología. Esta Comisión estuvo presidida por Calcagno quien convocó a una médica española Fernanda Monasterio, para dirigir además el Instituto de Psicología y dictar la materia Psicología de la Infancia y la adolescencia. Como él, ella concebía a la Psicología como una ciencia natural y con una perspectiva evolucionista. Juan Cuatrecasas Arumi era otro de los integrantes de la comisión Especial.Tambien el fiolósofo Luis María Ravagnan.Había otro médico español en esa comisión, el doctor Ángel Garma, uno de los fundadores de la APA en 1942 quien en 1957 se hará cargo de la cátedra Psicología I del departamento de Ciencias de la Educación.

¿Qué haría un psicoanalista como Garma en un departamento dirigido por Calcagno, teniendo en cuenta que nueve de las once unidades del programa se basaban en las obras de Freud? Se puede considerar que se trató de una de las primeras cátedras de “psicoanálisis” en las universidades argentinas. Se observa que los miembros de la A.P.A intentaban hacer una difusión que ya estaba antes de la creación de la carrera de psicología. Con Garma aquí y allá de Buenos Aires a La Plata, Freud se transfiere de la institución oficial a la universidad pública, en una difusión psicologista sin consecuencias clínicas: los psicólogos no podían ejercer el psicoanálisis sino bajo tutela de un médico.

Monasterio y Calcagno redactaron el programa presentándolo al Consejo Académico en marzo de 1958. Son ellos dos los que terminan proponiendo la creación de la carrera de Psicología profesional. Si bien esos dos nombres tenían un enfoque fuertemente positivista, evolucionista y orientado a lo educativo, es Monasterio quien deja una puerta abierta para el polémico Psicólogo clínico, al introducir “el tratamiento verbal de los conflictos de la personalidad”. Todo esto a pesar de que los principales responsables de la profesionalización universitaria de la Psicología Argentina, no tenían ninguna intención de privilegiar el desarrollo de una Psicología clínica de inspiración psicoanalítica.

 1984 – La reapertura de la carrera de Psicología

En el artículo titulado “Programa de la Universidad y programa del psicoanálisis –El caso platense”(7), Germán Schwindt, Cecilia Fasano y Mauricio González hacen referencia a los modos heterogéneos en los que el psicoanálisis estuvo presente en la ciudad de La Plata, fundamentalmente en los ámbitos hospitalarios, y en la Universidad en la Carrera de Psicología -dentro de la Facultad de Humanidades-; carrera reabierta en el año 1984 luego de permanecer cerrada durante la dictadura militar. Afirman que en esa época el psicoanálisis era ofertado de diferentes maneras en varias cátedras, desde donde se instalaba el equívoco entre el título universitario de psicólogo y la formación del analista.

El psicoanálisis era considerado como una teoría psicológica más que explicaba los síntomas de la vida cotidiana, algo que buena parte de los que concurrían a la facultad pretendían encontrar. Esta idea de que el psicoanálisis era una teoría psicológica como las otras, no coincidía con lo que planteaba  Oscar Masotta cuyo programa fue tomado en la Cátedra Teoría Psicoanalítica pero sin ser citado. En sus Lecciones de introducción al psicoanálisis, no se cansaba de decir que el psicoanálisis no era psicología, diferencia que ninguno de los docentes de las diferentes cátedras a lo largo de la carrera se encargaban de esclarecer, manteniendo vivo el equívoco psicólogo-analista.

En su artículo “¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la Universidad?”, Freud agregaba al análisis personal, el estudio de la bibliografía correspondiente en asociaciones psicoanalíticas como pilares de formación: “Es indudable que la incorporación del psicoanálisis a la enseñanza universitaria significaría una satisfacción moral para todo psicoanalista, pero no es menos evidente que este puede, por su parte, prescindir de la Universidad sin menoscabo alguno para su formación. En efecto, la orientación teórica que le es imprescindible la obtiene mediante el estudio de la bibliografía respectiva, en las sesiones científicas de las asociaciones psicoanalíticas, así como por el contacto personal con los miembros más antiguos y experimentados de esta.” La pregunta que se imponía entonces era ¿Por qué atravesar la carrera de Psicología para formarse como psicoanalista?

El clima universitario de ese entonces en la ciudad, favorecía el prejuicio de que la formación de un analista pasaba además por la participación en pequeños grupos de estudio dictados por varios de los docentes de las cátedras de la carrera de Psicología, por las residencias de psicología en los hospitales públicos -Berisso, Melchor Romero y el Hospital de Niños por ejemplo- y por las cátedras de la Universidad. Luego de recibidos, para la formación hacer la residencia e incluirse en alguna cátedra de la facultad parecía ser suficiente. La fundación de Instituciones analíticas –Perspectiva Lacaniana fundada por Enrique Acuña en 1992 como antecedente inmediato de la actual Asociación de Psicoanálisis de La Plata por ejemplo-, vinieron a romper con este prejuicio.

Enrique Acuña (8) escribe: “Lacan afirma cuál es el riesgo del psicoanálisis de caer en la trampa de la historia: existen las pequeñas emergencias históricas que como pedazos de real ponen en juego el reencuentro con  un pasado necesario. Para salir de esa trampa semántica que toma la forma del archivo ordenado de los historiadores, hay que zambullirse en el orden del encuentro contingente con lo que no se sabía, con la novedad sorprendente, que obliga a elaborar una pérdida que se vuelve causa de un deseo inédito”

Se trata de ubicar mejor las “escansiones” para poder salir de “la trampa de la historia”. Lo importante no son las referencias a los hechos del pasado, sino seguir las huellas de ese cruce de acontecimientos, palabras, actos fundantes, enunciados, deseos y nombres, que ha conducido a este resto que podemos llamar una breve historia del desembarco, tránsito y ¿porvenir? del psicoanálisis en La Plata. Una ciudad analítica, tan universitaria como política.

(*) Publicado en revista Conceptual – Estudios de Psicoanálisis– nro. 14. Año 2013                                                                                                                                  

Marcelo Ale:Miembro de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata. Responsable del Escritorio Clínico “Valores estéticos/éticos del Psicoanálisis”. Autor de los libros La clínica analítica y las referencias (1998) Editorial La Campana, y Pasión y encanto en la experiencia analítica (2010) El ruiseñor del Plata Ediciones de la APLP.-

E-mail: marricale@infovia.com.ar

Notas

1)- Seminario 1 Los escritos técnicos de Freud, Paidós, Bs As, 1991, página 28

2)- Revista  Conceptual-Estudios de psicoanálisis Nro. 9

3)- “B Székely: La excepción judía y el psicoanálisis” en Resonancia y Silencio -psicoanálisis y otras poéticas. EDULP 2009

4)- Mariano Ben Plotkin:“La fundación de la APA y el desarrollo el movimiento psicoanalítica argentino” en Freud en las Pampas, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2003,

5)- “La asociación, la disociación” en La entrada del psicoanálisis en la Argentina. Editorial Altazor-1978

6)-Dagfal, Alejandro “La creación de la carrera de Psicología en la UNLP” en Entre París y Buenos Aires-La invención del psicólogo-(1942-1966)  Paidós Psicología Profunda, Buenos Aires. 2009

7)- Revista Conceptual-Estudios de Psicoanálisis Nro. 9

8)- “Hacia una experiencia de la hystoria” en Resonancia y silencio –psicoanálisis y otras  poéticas “  EDULP , La Plata, 2009

Bibliografía:

Acuña Enrique, Curso Anual 2013 “Inconsciente político-Una h(y)storia del psicoanálisis en la Argentina.APLP

                          Resonancia y silencio-Psicoanálisis y otras poéticas-EDULP 2009

AA VV              Conceptual-Estudios de Psicoanálisis Nro 9-Dirección Enrique Acuña

Balán, Jorge      Cuéntame tu vida. Buenos Aires. Planeta. Espejo de la Argentina. 1991

Dagfal, Alejandro Entre París y Buenos Aires-La invención del psicólogo (1942-1966) Buenos Aires. Paidos Psicología Profunda, 2009

Freud, Sigmund   “Construcciones en análisis” Amorrortu Tomo XXIII.Buenos Aires,1982

                             “¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la Universidad?”.Amorrortu Tomo XVII.Buenos Aires.1979

                             “Sobre la enseñanza del psicoanálisis en la Universidad”.Amorrortu.Tomo

García, Germán  La entrada del psicoanálisis en la Argentina.Buenos Aires, Ediciones Altazor.1978

                                El psicoanálisis y los debates culturales. Buenos Aires, Paidós, 2005

Lacan, Jacques     Seminario 1 Los escritos técnicos de Freud.Buenos Aires.Paidós 2003

Masotta, Oscar  Lecciones de introducción al psiconálisis.Buenos Aires.Gedisa.1986

                            Lecturas de psicoanálisis Freud-Lacan.Buenos Aires.Paidós.1992

Plotkin,  Mariano Ben  Freud en las pampas.Buenos Aires Editorial Sudamericana

Székely BelaEl psicoanálisis-Teoría aplicación.  Editorial Claridad

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